viernes, 28 de febrero de 2014

Historias infantiles, Las hadas y las sirenas desde el mar...

La noche cae serena y mansa sobre el océano infinito bañado de estrellas y de destellos de luz divina. Un carruaje porteado por un cochero alado con una aura pura y etérea trae la felicidad a la bóveda celeste, entretanto la gozo baila con las hadas sobre la cresta de las olas. Un camino de luz serpentea sobre el mar hasta llegar en mutismo a la orilla y fundirse con el cántico de las sirenas. Ellas se elevan, hermosas y resplandecientes, y se hermanan con las estrellas, abrazándose a sus rayos y filtrando la luz estelar. El amor sin condiciones, sin expectativas, el amor y puro abierta reposa en la espuma de este mar de ensueño y baile en los arrecifes de coral en honor al instante que la corriente marina mece suavemente. Los delfines con sus juegos acompañan este espectáculo nocturno de luz y de amor por el momento presente desde la vigilancia de la consciencia. De este modo, en la superficie acuática no se faculta a sus integrantes que se les escape la vida, al contrario, la gozan en plenitud y en armonía con el ser, arropados por la noche, guardiana del océano y vigía del instante. El mutismo de la noche nos Hablad en sueños desde el alma del planeta y nos conduce a ser nosotros mismos en paz con el ahora y con el destino que nos rige. Rendidos a él, el momento coge las riendas y nos convertimos en los hijos de la Tierra que facultan que todo sea, latiendo al unísono con el corazón de la existencia, abierta como los niños que corren en la playa y sonríen a las gaviotas. Author: María Jesús Verdú Sacases

1 comentarios:

M. J. Verdú dijo...

Gracias por publicar este texto de mi autoría

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