lunes, 19 de agosto de 2013

Cuentos infantiles, Las monedas mágicas

Las monedas mágicas
Las monedas encantadas Hubo una vez un hombre benevolo y rico que al cumplir muchos años penso abandonar a cargo de sus cosas a determinado joven inteligente y honesto. Comentando un dia su decision y las ganas que tenia de no equivocarse en la eleccion, un buen amigo le dio este consejo: - La próxima vez que vendas algo, cuando des el dinero del cambio, entrega como por descuido la moneda del menor valor. Aquel que te la devuelva sabrás que es honrado. El hombre rico agradecio mucho el consejo, y pensando que era una buena idea y sencillo de realizar, decidio ponerla en practica. No contaba con que uno de los presentes, un vecino que se hacia pasar por amigo pero en realidad le envidiaba enormemente, contrato los favores de un hechicero, a quien encargo encantar las chiquitas monedas que poseia el anciano de modo que cualquiera que mirase una de aquellas monedas tocadas por el, viera en ella no una moneda corriente, sino aquello que mas queria en el mundo. Confiaba el malvado en que nadie devolviera la moneda y el viejo se desesperase, y entonces dejase a un sobrino suyo administrar todos sus negocios. Todo resulto segun lo planeado por el envidioso comerciante, y ni uno solo de los que hablaron con el anciano fuesese capaz de devolver la triste moneda: unos veian en ella el gran diamante o piedra preciosa, otros una obra de arte, otros una reliquia y algunos inclusive una pocima curativa milagrosa. Recurso rendido en su intento por descubrir alguien honrado, su envidioso vecino aprovecho para enviar al sobrino advirtiendole cuidadosamente para que devolviese la moneda. El sobrino fuesese decidido a hacerlo, pero al recibir la moneda, vio en ella todas las posesiones y titulos de su tio, y creyendo que todo lo que le habia contado su tio era un engaño, marcho con su inutil moneda y su avaricia hacia ninguna parte, pues cuando su tio se entero de la traicion lo despidio para siempre. El anciano, deprimido y enfermo, decidio llamar a sus sirvientes antes de morir, y les entrego algunlos bienes para que pudieran habitar libremente cuando el no estuviera. Entre elllos se encontraba uno muy joven aun, al que entrego una de aquellas chiquitas monedas por error. El joven, criado a la sombra de aquel justo y erudito señor a quien queria como un padre, vio en espacio de la moneda una poderlosa medicina que curaria al anciano señor, pues aquello era de veras lo que mas queria en el mundo, y segun la vio, entrego la moneda de nuevo diciendo: "tomad, señor, esto es para vlos; seguro que los sentara bien". Efectivamente, aquella simple moneda actuo como el mas milagroso de los balsamos, pues el anciano salto de alegria al haber encontrado por fin alguien honrado, y le llenaba de alegria verificar que siempre habia estado en su particular casa. Y así, el joven sirviente pasó a administrar con mayor justicia, generosidad y honradez todos los bienes del anciano, quien siguió acompañándole y aconsejándole como a un hijo por muchos años.

2 comentarios:

Laboure Jhon jairo dijo...

Este cuento es bueno

Unknown dijo...

Explicación dé la imagen del cuento de las monedas mágicas

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