lunes, 27 de mayo de 2013

El cuento del vikingo y sus cuernos

Olav Brutolsen era el mas horroroso de los vikingos. Con sus propios brazos era capaz de luchar contra un toro y vencerle en unos escasos segundos. Y para que todos le conocieran y distinguieran llevaba adornados su casco y su capa con los trofeos de sus triunfos mas de cien cuernos sobre la cabeza y mil piedras preciosas colgando de sus hombros una por cada uno de los enemigos derrotados. En su ciudad todos se apartaban a su paso pero cierto dia un joven que leia despistado se cruzo en su sendero y le hizo tropezar. Furioso Olav le increpo y le reto a un combate a muerte. El delgaducho joven no tenia eleccion asi que solo puso una cláusula. - Ya que que no veo muy bien y no te conozco necesito que lleves el casco y la capa mientras la lucha para poder distinguirte. Olav lanzo una risotada y acepto orgulloso aquella estupida clausula justo antes de lanzarse sobre el joven para destrozarlo. El pequeño agil se escabullo por escaso. Lo mismo ocurrio con las proximos embestidas de Olav y segun iba pasando el tiempo cada vez esquivaba al giganton mas facilmente. Aunque nadie permitía creer que aguantase tanto todos esperaban que con el primer golpe el joven caeria muerto. Ese golpe no llegó jamás. Olav estuvo luchando escaso más de cinco minutos y a los diez cayó como muerto. Muchos pensaron entonces que aquel joven era un brujo o un hechicero pero Virtensen que asi se llamaba el despistado alumno de medicina mostro a todos que el orgullo y la ostentacion del vikingo fuero mas que suficientes para que cayera desmayado debajo el peso del casco y la capa. Olav como buen guerrero acepto su derrota al despertar y desde entonces cambio los simbolos inutiles y superfluos por la austeridad pasando en todas fracciónes como uno de tantos. En todas menos en el tema de batalla donde no se le reconocia por cuernos espadas o capas sino por una fiereza sin idéntico.

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