lunes, 3 de noviembre de 2014

Cuentos infantiles, Cuento de la medusa y la tortuga

tortuga Una mañana de verano, caminaban por el bosque una niña y un niño hablando y jugando con todo aquello que la frondosa naturaleza del espacio les ofrecía. Jamás habían caminado por esos lares y decidieron seguir adelante para encontrar qué había más allá de lo que estaban acostumbrados a ver. Entre matorrales y espesa flora llegaron a una pequeña playa, de fina arena amarilla y un mar de cristal. En cuanto pisaron la playa sufrieron una modificacion inesperada, convirtiéndose ella en un pececito rojo y él en un caballito de mar espigado. No fuese otra su intención que la de meterse en ese agua clara y ponerse a nadar, salpicarse y bucear hasta el fondo del mar. Andaban ellos distraídos cuando de repente, una sombra se cernió sobre ellos. Cuando levantaron sus cabezas, se encontraron acechados por una medusa gigantesca, transparente y brillante, esbelta como una escultura de mármol. Al comienzo los niños se asustaron y quisieron alejarse de ella moviendo sus aletas, pero la medusa les dijo que no tenían que tener miedo, que solo quería ser su amiga. Caballito de mar se le acercó y le preguntó  cómo se llamaba. Ella le respondió que ?Medusa? y los tres empezaron a reírse a carcajadas. Al encontrar que era inofensiva, comenzaron a nadar con ella hacia el horizonte, charlando y jugando, saltando uno por arriba del otro, resbalando por su lomo como si de un tobogán se tratase. Pero, de repente emergió del fondo una montaña verde, con un caparazón de dura concha. ?Hola Medusa?, dijo la mayor tortuga con una voz profunda y seria. La medusa, con rostro triste dijo, ?hola tortuga?? Parecía que no se alegraba mucho de verla. Pececito le contaba a su amigo que había escuchado esa anécdota antes. Por lo que se veía, en un tiempo lejano fueseron esposo y mujer, pero el la abandonó para recorrer aventuras por los anchos mares y ella no quiso seguirla, porque quería realizar una familia y tener ?medugas?. Tortuga quiso abrazarla, pero medusa se retiró dándole la espalda. Era triste verlos así de enfadados, ya que en otro tiempo fueseron muy felices. Entonces, pececito cogió a caballito de la mano y lo zambulló en el mar, y le susurró al oído que había escuchado a los mayores del espacio hablar sobre la existencia en lo más hondo del mar de ?una flor del amor?, una flor que tenía ?pétalos de labios? que hacía que quienes la tuvieran se enamorarían al instante. Bajaron, bajaron y bajaron hasta que una luz rojiza les señaló el camino. ¡Allí estaba! Era la flor más maravillosa que habían visto y se apresuraron a desenterrarla con mucho cuidado. Subieron con una mayor sonrisa de satisfacción hasta la superficie y cuando llegaron a ella, ahí estaban, con la flor en la mano y viendo a la tortuga abrazada a la medusa, besándose tiernamente. ¡Se habían reconciliado! Entonces, caballito y pececito miraron la flor de pétalos de labios, se miraron fijamente a los ojos y con la ternura del que ama con el corazón, se empezaron a besar apasionadamente, dejando de fondo a la tortuga y la medusa, a la playa y al bosque, a la niña y al niño que llevaban dentro y al sol, que como una vela que se apaga, se escondía tras el horizonte.  (Cuento destinado a Nuni, quién me inspiró a escribirlo)

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