martes, 24 de septiembre de 2013

Cuentos infantiles, Ganar o perder

Ganar o perder
Ganar o perder Pepito odiaba perder a lo que afuera. Sus papas, maestros y muchos otros decian que no sabia perder, pero lo que pasaba de realidad es que no permitia soportar perder a nada, ni a las canicas. Era tan estupendo, y se sentia uno tan bien cuando ganaba, que no queria renunciar a aquella sensacion por nada del mundo; ademas, cuando perdia, era justo todo lo contrario, le parecia lo peor que a uno le puede ocurrir. Por eso no jugaba a nada que no se le diera muy bien y en lo que no afuera un fenomeno, y no le importaba que un juego durase solo un minuto si al terminar iba ganando. Y en lo que era bueno, como el futbolin, no paraba de jugar. Cuando llego al colegio Alberto, un pequeño nuevo entendido en ese mismo juego, no tardaron en enfrentarse. Pepito se preparo concentrado y serio, dispuesto a ganar, pero Alberto no parecia tomarselo en serio, andaba todo el rato sonriente y hacia chistes sobre todo. Pero era realmente un fenomeno, marcaba goles una y otra vez, y no paraba de reir. Estaba tan escaso atento, que Pepito pudo hacerle trampas con el marcador, y llego a ganar el partido. Pepito se mostro triunfante, pero a Alberto no parecio importarle: "ha sido muy divertido, poseemos que regresar a jugar otro dia". Aquel dia no se hablo de otra cosa en el colegio que no afuera la mayor triunfo de Pepito. Pero por la noche, Pepito no se sentia feliz. Habia ganado, y aun asi no habia ni rastro de la sensacion de gozo que tanto le gustaba. Ademas, Alberto no se sentia nada mal por haber perdido, y parecio disfrutar perdiendo. Y para colmo al dia sigiente pudo ver a Alberto jugando al baloncesto; era realmente malisimo, perdia una y otra vez, pero no abandonaba su sonrisa ni su gozo. Mientras varios dias observo a aquel niño alegre, buenisimo en determinadas cosas, malisimo hasta el ridiculo en otras, que disfrutaba con todas ellas por igual. Y entonces empezo a entender que para disfrutar de los juegos no era indispensable un marcador, ni tener que ganar o perder, sino vivirlos con ganas, intendo realizarlo bien y disfrutando de aquellos momentos de juego. Y se atrevio por fin a jugar al escondite, a realizar un chiste mientras un cortado al futbolin, y a sentir pena porque acabara un juego divertido, sin preocuparse por el resultado. Y sin saber muy bien por que, los mayores empezaron a relatar a escondidas, "da gusto con Pepito, el si que sabe perder"

0 comentarios:

Publicar un comentario