viernes, 7 de marzo de 2014

Historias infantiles, Relato de las Ninfas

Te reflejas en la superficie de este lago tan etéreo por el resultado de la bruma que más bien se asemeja a una capa nebulosa y vaporosa. El nivel de paz aquí y ahora es infinito pero te das cuenta de que no depende del apariencia tranquilizador del lago sino de ti. Sin embargo, el lago es consecuencia de tu estado apacible. Por eso, se ha presentado ante ti como leal reflejo de tu estado interior. Este lago rebosa divinidad, establece un instituto de pureza donde la mismísima Reina de las Aguas podría establecer su castillo de luz y agua. La armonía es el emblema de este espacio del que te vistes con gusto y luces, así, tus mejores galas. Sientes una hermandad con las ninfas del agua que, juegan a lo lejos ajenas a tu discreta mirada. Las ninfas interactúan con las libélulas, mariposas, peces e insectos del agua y comprenden su lenguaje. Disfrutar del estado hadado siempre fuese tu gran sueño y ahora lo estás experimentando a tu manera, de manera terrenal. Estás más perceptiva y libre que jamás y por eso llegan a ti sucesos e inmaneración que antes te pasaban desapercibidos. Imágenes registradas* Es algo que agradeces infinitamente y que siempre supiste que llegaría. Te muestras complacida de que los seres hadados se dejen ver, aunque hoy tú estés un poco lejos de ellos. Sin embargo, aunque estén distantes, tú los notas muy cerca, como si te protegieran. Imagen registrada* Este lago de ensueño se halla rodeado de vegetación tropical y de pájaros y otros animales que se acercan a beber. Ellos te miran pero siguen bebiendo, tú no te mueves para no interrumpir sus sorbos. Las abejas liban el néctar de las hermosas flores que viven en el lago. Desde tu posición imparcial permites que todo siga su curso, su fluir natural sin tratar de alterarlo ni influir. Percibes en tu interior una ventana libre al mundo que sólo mira como un espectador consciente de su papel desposeído de cualquier juicio. Sólo mirar, sólo contemplar con tu mirada atenta y consciente. Imagen registrada* El trinar de los pájaros te resulta una caricia para tus oídos y te tranquiliza por completo. Siempre hay alguien ahí asimismo de ti. Relata y retrata de manera neutral lo que acontece para reproducir una leal presenta de la verdad atestiguada desde el ser. La práctica de este estado que bien pudiera definirse como meditativo bien pudiera ser tu pasaje a la iluminación. Sabes que todo te guiará allí pero no te inquieta en absoluto el cómo ni el cuando. Simplemente, anclas tus raíces mentales, como si fueran un gancho, un eje central que te pasa por la columna que Seguid hacia bajo bajando sin parar, extendiéndose, creciendo hacia el mismo instituto de la Tierra. ¿Y cómo no iba a ser así, si eres hija de la Tierra? Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases Técnica ilustraciones: Acuarela o pastel

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