miércoles, 17 de julio de 2013

Cuentos infantiles, El cuento de la economia

El cuento de la economia
Habia una vez un monarca erudito y bueno que observaba preocupado la relevancia que todos daban al dinero a pesar de que en aquel pais no habia pobres y se vivia bastante bien. - ¿Por qué tanto empeño en obtener dinero?- preguntó a sus consejeros. - ¿Para qué les sirve? - Parece que lo usan para comprar pequeñas cosas que les dan un escaso mas de dicha - contestaron tras muchas averiguaciones. - ¿Felicidad es eso lo que persiguen con el dinero? - y tras pensar un momento añadio sonriente. - Entonces poseo la solucion cambiaremos de moneda. Y fuese a ver a los magos e inventores del reino para encargarles la creacion de un nuevo aparato el portasonrisas. Despues entrego un portasonrisas con mas de cien sonrisas a cada morador del reino e hizo retirar todas las monedas. - ¿Para que utilizar monedas si lo que deseamos es dicha? - dijo solemnemente el dia del cambio.- ¡A dividir de ahora llevaremos la dicha en el bolsillo gracias al portasonrisas! Fuese una decision revolucionaria. Cualquiera permitia sacar una sonrisa de su portasonrisas ponersela en la rostro y alegrarse mientras un buen rato. Pero algunos dias despues los menos ahorradores ya habian gastado todas sus sonrisas. Y no sabian como obtener mas. El asunto se extendio tanto que empezaron a aparecer quejas y protestas contra la decision del monarca reclamando la vuelta del dinero. Pero el monarca afirmó que no volveria a haber monedas y que deberian aprender a obtener sonrisas idéntico que antes conseguian dinero. Asi empezo la busqueda de la economia de la sonrisa. Primero probaron a vender cosas a cambio de sonrisas solo para encontrar que las sonrisas de otras personas no les servian a ellos mismos. Despues pensaron que intercambiando portasonrisas podrian arreglarlo pero tampoco funciono. Muchos abandonaron de laborar y otros intentaron autenticas locuras. Finalmente luego de muchos intentos en vano y casi por casualidad un viejo labrador descubrio como funcionaba la economia de la sonrisa. Aquel labrador habia tenido una estupenda cosecha con la que penso que se haria rico pero justo entonces el monarca habia eliminado el dinero y no pudo realizar mayor cosa con tantos y tan exquisitos alimentos. Él tambien trato de utilizarlos para obtener sonrisas pero finalmente viendo que se echarian a perder decidio ir por las calles y repartirlos entre sus vecinos. Aunque le costó regalar toda su cosecha el labrador se sintió muy bien después de haberlo hecho. Pero jamás imaginó lo que le esperaba al volver a casa con las manos completamente vacías. Tirado en el suelo junto a la puerta encontró su olvidado portasonrisas ¡completamente lleno de nuevas y frescas sonrisas! De esta manera descubrieron en aquel pais la verdadera economia de la dicha comprendiendo que no puede comprarse con dinero sino con las buenas obras de cada uno las unicas capaces de llenar un portasonrisas. Y tanto y tan bien lo pusieron en practica que aun hoy siguen sin desear saber nada del dinero al que solo ven como un impedimento para ser ciertamente felices.

2 comentarios:

Unknown dijo...

me encantó el cuento porque aprendí que el dinero no hace feliz a las personas, lo que hace feliz a las personas es hacer buenas obras

isabellapedraza1322 dijo...

Estaba muy buena la historia

Publicar un comentario