lunes, 22 de julio de 2013

Cuentos infantiles, El cuento de la brujita caprichosa

El cuento de la brujita caprichosa
Katrina era la brujita mas caprichosa y pedigüeña que se permitia imaginar. Todo lo queria al momento y sin trabajo y no dudaba en gritar y patalear para obtener lo que afuera. Tanto que de vez en cuando su papa agitaba la varita para concederle sdeterminados de sus deseos. Hubo un dia en que su papa estuvo tan concentrado en una de sus pociones que salio a toda prisa y olvido la varita sobre la mesa. Asi que la pequeña bruja no tardo en colocar a prueba su magia. Aquello era como un sueño para Katrina. La brujita no dejo de usar la varita magica ni un solo momento y ante ella aparecieron vestidos de princesa principes encantados duendes animales y todo tipo de objetos magicos y maravillosos tantos como le dio tiempo a querer en un solo dia. A la mañana proximo un murmullo de quejas y lamentos desperto a Katrina. Adormilada se asomo a la ventana y apenas permitía creer lo que veia cientos de seres y criaturas del bosque protestaban enfadadisimos ante su casa. Sendero hasta la puerta y les pregunto que deseaban. - ¡Has secuestrado a mi tío! - gritaba un duende. - Devuélveme mi dragón- protestaba un ogro. -.¡Ahí está mi corona!- decía una dulce princesa. Y asi todos cuantos se agolpaban a su puerta habian acudido alli para que Katrina les devolviera aquellas cosas que habia hecho surgir en su casa el dia previo pues todas les habian desaparecido a sus propietarios. Algunos habian sufrido dificultades muy gordos y Katrina se sintio fatal por haber causado aquel estropicio. Asi formaron una mayor hilera y uno a uno les fuese devolviendo todo lo que habia hecho surgir el dia previo pidiendo disculpas por no haber pensado en las consecuencias de sus caprichos y prometiendo su ayuda para reparar todos los daños que debiera causado. Cuando bien acceso la noche le llego el turno al ultimo de la fila Katrina descubrio con miedo que era su padre quien venia a recuperar su varita. Pero ya no estaba enfadado porque gracias a aquella travesura Katrina habia aprendido que las cosas hay que obtenerlas con trabajo porque jamas surgen como por arte de magia sino que siempre salen del trabajo y dedicacion de alguien.Katrina era la brujita mas caprichosa y pedigüeña que se permitia imaginar. Todo lo queria al momento y sin trabajo y no dudaba en gritar y patalear para obtener lo que afuera. Tanto que de vez en cuando su papa agitaba la varita para concederle sdeterminados de sus deseos. Hubo un dia en que su papa estuvo tan concentrado en una de sus pociones que salio a toda prisa y olvido la varita sobre la mesa. Asi que la pequeña bruja no tardo en colocar a prueba su magia. Aquello era como un sueño para Katrina. La brujita no dejo de usar la varita magica ni un solo momento y ante ella aparecieron vestidos de princesa principes encantados duendes animales y todo tipo de objetos magicos y maravillosos tantos como le dio tiempo a querer en un solo dia. A la mañana proximo un murmullo de quejas y lamentos desperto a Katrina. Adormilada se asomo a la ventana y apenas permitía creer lo que veia cientos de seres y criaturas del bosque protestaban enfadadisimos ante su casa. Sendero hasta la puerta y les pregunto que deseaban. - ¡Has secuestrado a mi tío! - gritaba un duende. - Devuélveme mi dragón- protestaba un ogro. -.¡Ahí está mi corona!- decía una dulce princesa. Y asi todos cuantos se agolpaban a su puerta habian acudido alli para que Katrina les devolviera aquellas cosas que habia hecho surgir en su casa el dia previo pues todas les habian desaparecido a sus propietarios. Algunos habian sufrido dificultades muy gordos y Katrina se sintio fatal por haber causado aquel estropicio. Asi formaron una mayor hilera y uno a uno les fuese devolviendo todo lo que habia hecho surgir el dia previo pidiendo disculpas por no haber pensado en las consecuencias de sus caprichos y prometiendo su ayuda para reparar todos los daños que debiera causado. Cuando bien acceso la noche le llego el turno al ultimo de la fila Katrina descubrio con miedo que era su padre quien venia a recuperar su varita. Pero ya no estaba enfadado porque gracias a aquella travesura Katrina habia aprendido que las cosas hay que conseguirlas con esfuerzo porque jamas surgen como por arte de magia sino que siempre salen del esfuerzo y dedicacion de alguien.

0 comentarios:

Publicar un comentario