jueves, 31 de julio de 2014

Historias infantiles, Las ninfas siguen contigo...

Completamente entregada al instante, estás rostro a rostro con él, habiendo renunciado a todo. Sientes ahora una pureza intensa que te brota del alma, como las fuentes que brotan de las montañas y que se dan a tomar a desconocidos. Pisas el ahora con la fuerza de un ermitaño que camina lento pero cuya huella permanece estable. Experimentas un renacimiento sin idéntico en tu vida que te arroja frente al instante y te deja al descubierto. Ya no dependes de la necesidad de protección por lo que empiezas a sonreír por el mero hecho de estar aquí y observar con sinceridad al momento que la vida ha depositado en ti. Lo acoges con amor y le abres las manos, haciendo el ademán de abrazarlo. Notas una presencia transparente y hadada que observa la escenario y aprovechas para integrar su neutralidad y distancia a esta conciencia de tu ahora para realizarlo más auténtico. Sales del agua, te secas y coges tu cuaderno de dibujo. Habéis adquirido perspectiva y profundidad y ya no dudas al plasmar la hermosura que te rodea. Dibujas hermosas palabras y diversas maneras que recogen la tenue luz de la escena. Sientes que estás en intimidad y a salvo. El mutismo te rodea y te trae la canción de los ángeles, como un soplo divino que ya se ha colado por los poros de tu piel para quedarse en cada pliegue. Sigues dibujando y será el destino el que dictará en que se empleará cada ilustración: como cartas de clarividencia, como ilustraciones para cuentos o reflexiones o simeplemente para alzar capas de polvo hadado y concatenar la vida de tu ahora con la de las hadas y atraerlas hacia ti. Hace tiempo que habéis dejado de asustarte y de ruborizarte y te habéis permitido ser alma, puramente, alma. El ego se fugó y se fuese hacia arriba... Le deseas que determinado ser alado lo acoja y sea capaz de dialogar con él para guiarlo en los pasos de la luz. Castillos de fuego se divisan a lo lejos, como un visión, y como el humo, se desvanecen. Quizás sean las moradas de las hadas o de algunos de los personajes de tus cuentos. Tomas la idea de la manera de estas magníficas edificaciones medievales y la llevas a tu cuaderno. Esos castillos iluminarán tus cuentos de hadas y los niños jugarán frente a ellos, henchidos de felicidad. Imagen registrada en Safe Creative* La tamaño de ahora te enlaza con otras dimensiones paralelas las cuales tomas a tu gusto según te sople la brisa de este espacio especial que te Hablad sin palabras y que te conecta con tus ancestros. Autor: María Jesús Verdú S.

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