viernes, 1 de marzo de 2013

La historia del mago Merlin

Hace muchos años cuando Inglaterra no era más que un puñado de reinos que batallaban entre sí vino al mundo Arturo hijo del monarca Uther.

La madre del niño murió al escaso de nacer éste y el padre se lo entregó al mago Merlín con el fin de que lo educara. El mago Merlín decidió llevar al chico al castillo de un noble quien además tenía un hijo de corta edad llamado Kay. Para garantizar la seguridad del príncipe Arturo Merlín no descubrió sus orígenes.

Cada día Merlín explicaba al chico Arturo todas las ciencias conocidas y como era mago inclusive le enseñaba determinadas cosas de las ciencias del futuro y ciertas fórmulas mágicas.

Los años fueron pasando y el rey Uther murió sin que nadie le conociera descendencia. Los nobles acudieron a Merlín para descubrir al rey sucesor. Merlín hizo surgir sobre una roca una espada firmemente clavada a un yunque de hierro con una leyenda que decía

Esta es la espada Excalibur. Quien consiga sacarla de este yunque será monarca de Inglaterra

Los nobles probaron fortuna pero a pesar de todos sus trabajos no consiguieron mover la espada ni un milímetro. Arturo y Kay que eran ya dos apuestos muchachos habían ido a la ciudad para asistir a un torneo en el que Kay pensaba participar.

Cuando ya se aproximaba la hora Arturo se dio cuenta de que había olvidado la espada de Kay en la posada. Salió corriendo a toda velocidad pero cuando llegó allí la puerta estaba cerrada.

Arturo no sabía qué realizar. Sin espada Kay no podría participar en el torneo. En su desesperación miró alrededor y descubrió la espada Excalibur. Acercándose a la roca tiró del arma. En ese momento un rayo de luz blanquísima descendió sobre él y Arturo extrajo la espada sin descubrir la menor resistencia. Corrió hasta Kay y se la ofreció. Kay se extrañó al ver que no era su espada.

Arturo le explicó lo sucedido. Kay vio la inscripción de Excalibur en la espada y se lo hizo saber a su padre. Éste ordenó a Arturo que la volviera a ubicar en su espacio. Todos los nobles intentaron sacarla de nuevo pero ninguno lo consiguió. Entonces Arturo tomó la empuñadura entre sus manos. Sobre su cabeza volvió a descender un rayo de luz blanquísima y Arturo extrajo la espada sin el menor trabajo.

Todos admitieron que aquel muchachito sin ningún título conocido debía llevar la corona de Inglaterra y desfilaron ante su trono jurándole fidelidad. Merlín pensando que Arturo ya no le necesitaba se retiró a su morada.

Pero no había transcurrido mucho tiempo cuando algunos nobles se alzaron en armas contra el monarca Arturo. Merlín proclamó que Arturo era hijo del monarca Uther por lo que era monarca legítimo. Pero los nobles siguieron en guerra hasta que al fin fueron derrotados gracias al valor de Arturo ayudado por la magia de Merlín.

Para eludir que lo sucedido volviera a repetirse Arturo creó la Tabla Redonda que estaba constituida por todos los nobles fieles al reino. Despues se casó con la princesa Ginebra a lo que siguieron años de prosperidad y dicha tanto para Inglaterra como para Arturo.

Ya puedes seguir reinando sin necesidad de mis consejos -le dijo Merlín a Arturo-. Continúa siendo un monarca justo y el futuro hablará de tí

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